El kéfir es un alimento probiótico con propiedades y beneficios para la salud. Es elaborado a partir de leche fermentada, a la que añadir bacterias del tipo lactobacilo y levaduras para que se produzca la fermentación láctea. También puede producirse a partir de nódulos o gránulos de kéfir producidos por otras personas.
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¿Qué es el kéfir?
El kéfir es un producto lácteo similar al yogur, con una consistencia algo más líquida. Su sabor es suave, algo agrio y agradable, y su consumo data desde hace miles de años, con origen en la zona del Cáucaso.
Es un tipo de yogur búlgaro que también recibe el nombre de yogur de pajaritos en la región de Chile o denominado como leche kefirada.
Se llama kéfir al alimento como a los gránulos que se utilizan para realizarlo.
Propiedades y beneficios
Promueve la digestión y alivia la sensación de pesadez, proporcionando nutrientes, minerales, proteínas y vitaminas a quien lo consume.
Las propiedades del kéfir están relacionadas con el sistema digestivo, y no es de extrañar ya que se considera un alimento probiótico.
En su composición podemos encontrar calcio, vitamina B12 y diversas proteínas, todo ello con un bajo porcentaje de lactosa ya que esta es convertida en casi su totalidad en ácido láctico. Algo que hace que la intolerancia a la lactosa no sea un problema si se desea consumirlo.
La cantidad de microorganismos que contiene cada gramo de kéfir es de unos 400 millones, siendo el número más importante los del género Lactobacillus.
Beneficios del kéfir
Una de sus grandes ventajas es que es un tipo de alimento apto para los intolerantes a la lactosa. Solo las personas muy sensibles no deberán tomarlo. El resto, puedes disfrutar de un lácteo con todas sus propiedades.
Los beneficios del kéfir están marcados por los microorganismos que contiene, haciendo que sea un producto natural, que puede comprarse o hacerse casero y que, al mismo tiempo, al considerarse los probióticos en alimentos como una de las mejores formas de consumo, hacen que el kéfir que sea una comida de lo más saludable.
Aumenta la flora intestinal
El contenido en lactobacilos y otras especies de microorganismos propicia el fortalecimiento de la microbiota del ser humano después de ser consumido, ideal para mejorar la digestión, evitar los gases y problemas gastrointestinales frecuentes.
Beneficioso contra la candidiasis
Sus propiedades sirven como refuerzo para el sistema inmunitario, haciendo que dispongamos de mejores defensas contra patógenos, hongos y levaduras dañinas para la salud.
Sin embargo, el kéfir para la candidiasis es poco efectivo ya que, usado como probiótico oral tiene pocos efectos contra esta infección. Las bacterias del intestino no alcanzan la mucosa vaginal, motivo por el que para tratar la candidiasis se recomienda el uso de probióticos vaginales y antimicóticos específicos.
Acné
Siempre hay que tomar con cautela las propiedades y beneficios del kéfir para el acné ya que como tal, no es un alimento antiacnéico. Sin embargo, su rica composición en minerales y vitaminas nos pueden aportar cosas positivas para controlar la secreción grasa de la piel.
Puedes tomarlo para reducir la formación de granos y espinillas, así como en casos de psoriasis, dermatitis y eccema.
Pero, como decimos, solo actuará como un regulador más, debiendo realizar un tratamiento dermatológico adecuado para tus problemas de acné.
Tomarlo no empeorará los síntomas que tienes y tampoco hará que te salgan más granos.
Gastritis y gastroenteritis
Para la inflamación de la mucosa gástrica o gastritis el kéfir puede ser un gran aliado. Según el estudio del Centro de Referencia para lactobacilos (CERELA) tomar probióticos CRL1190 que corresponden a la especia Streptococcus thermophilus facilita la eliminación de las molestias y síntomas asociados a esta patología.
Tanto en la gastritis, inflamación de la pared del estómago como en la gastroenteritis, inflamación de la mucosa del estómago y del intestino, el uso de probióticos ayuda al control de virus y bacterias que las producen.
Así, tomar regularmente alimentos probióticos como el kéfir puede acelerar el proceso de curación, reduciendo el malestar en los días que sana la infección. Además, su consumo evita efectos secundarios de los medicamentos.
Diarrea
Una de sus grandes ventajas es que regula el acto defecatorio, hidratando las heces y mejorando la regularidad de las deposiciones.
En principio no deberían existir problemas asociados al kéfir y la diarrea, aunque algunas personas con un consumo alto de este producto pueden notar cómo su frecuencia de evacuación intestinal aumenta.
Si padeces diarrea lo mejor es que dejes de tomar kéfir durante unos días, hasta que esta haya pasado totalmente.
Como reblandece las heces y mejora el tránsito intestinal, podría alargar los síntomas durante unos días más. Generalmente se recomienda restringir el consumo de lácteos con cuadros diarreicos.
Estreñimiento
Esta es una situación en la que está altamente recomendado ya que, como hemos indicado, promueve que se disuelva el tapón del recto, sobre todo cuando las heces son habitualmente muy duras.
El kéfir para el estreñimiento es adecuado ya que hace que las deposiciones sean más líquidas, al mismo tiempo que aumenta la frecuencia de ellas.
Embarazo
Puedes disfrutarlo con moderación igual que el resto de alimentos. No existen inconvenientes en tomar kéfir durante el embarazo. Salvo que sepas que habitualmente no te sienta bien.
Es un alimento recomendado para detoxificar y restaurar la flora intestinal putrefacta de mujeres embarazadas, haciendo sencilla la obtención de lactobacilos y otros microorganismos de forma casera.
Por lo demás, puedes comerlo igual que harías con yogures y otros productos fermentados naturales.
Gases
Algunas personas piensan que el kéfir produce gases ya que en el proceso de fermentación se libera CO2, pero nada más alejado de la realidad.
Tomarlo habitualmente mejora los procesos digestivos, disminuyendo el tiempo que pasan los alimentos en el estómago e intestino, así que reduce el tiempo que los nutrientes están procesándose, haciendo que sea menos probable que se poduzca CO2 en la digestión.
Sin embargo, algunas personas pueden notar hinchazón abdominal tras su consumo, algo que indicará que este alimento “no nos sienta bien”. En cuyo caso lo adecuado será dejar de tomarlo.
¿Engorda?
Ni es un alimento adelgazante ni uno graso. El kéfir engorda según el tipo de alimentación que llevemos. Si nuestras comidas son copiosas y grasas participará en el aumento de peso y si nuestra dieta es adecuada no notaremos que lo hemos añadido.
Su composición es baja en grasa y azúcares, poseyendo pocas kcal.
A continuación, indicamos la tabla con su valor nutricional en donde puedes comprobar cuántas calorías tiene el kéfir:
Por cada 100g de Kéfir | |
---|---|
Kcal | 64 |
Grasas | 3,5g |
Proteínas | 3,3g |
Glúcidos | 4,8g |
Potasio | 160 mg |
Magnesio | 14 mg |
Sodio | 46 mg |
Fósforo | 90 mg |
Hierro | 0.13 mg |
Además, como puedes observar, también es una buena fuente de minerales ya que posee hierro, magnesio, potasio y fósforo.
¿Es natural?
Sí, los únicos ingredientes que contiene son todos naturales. Para la preparación del kéfir natural necesitarás leche, un recipiente de cristal y los nódulos con microorganismos, dejarlo reposar apartado de la luz solar y a una temperatura constante, ni frío ni calor.
Esto produce un alimento saludable, funcional y equilibrado, pudiendo disfrutar del kéfir bio en cualquier momento del día o del año.
Diferencias entre el kéfir y el yogur
Aunque son muy parecidos en aspecto y consistencia su elaboración difiere.
El yogur sólo requiere de fermentación láctica mientras que para hacer kéfir es necesario la fermentación lacto-alcohólica y carbonatada de la leche, se produce ácido láctico, alcohol y CO2 en su proceso.
¿Por qué es considerado el kéfir como probiótico?
A lo largo del artículo hemos ido desarrollando los conceptos y datos sobre esta cuestión, pero por si te lo has saltado, a continuación, vamos a explicar por qué el kéfir es un probiótico.
Se denomina de tal forma a los alimentos y productos que contienen microorganismos vivos capaces de modificar la microbiota humana, es decir, la flora intestinal, oral, vaginal, de las mucosas, etc., y el kéfir es uno de los alimentos con más cantidad de bacterias beneficiosas para la salud. En tan solo un gramo hay más de 100 millones de ellas.
¿El kéfir tiene lactosa?
Para producirlo es necesario que invadan la leche microorganismos y bacterias lácticas, las mismas que convierten la lactosa en ácido láctico, liberando en el proceso CO2.
Al intervenir ciertos tipos de bacterias y levaduras se contiene la posible contaminación por patógenos, haciendo que los beneficios del kéfir sean muchos.
Este proceso lo diferencia del té de kombucha que, si bien también puede considerarse como un alimento probiótico, no está exento de riegos si se establece una colonia microbiana en él.
Al finalizar su elaboración encontramos un producto transformado, haciendo que el kéfir sin lactosa sea lo habitual o, en su defecto, contenga muy poca cantidad de esta. También vamos a detectar en el proceso dióxido de carbono y alcohol.
Efectos secundarios
- Diarrea.
- Dolor abdominal.
- Hinchazón.
Aunque es un alimento saludable para la mayoría de personas algunos individuos pueden sentirse mal después de su consumo.
Si cuando tomas comestibles nuevos te sientes mal o tienes el estómago sensible es probable que no sea adecuado para ti.
Los efectos secundarios del kéfir desaparecen al dejar de tomarlo, excepto que exista una alergia alimentaria, en cuyo caso debes acudir a un centro médico para que te indiquen el tratamiento adecuado.
Pero como decimos, estos son casos aislados. El grueso de la población mundial lo consume habitualmente sin ningún tipo de problema o inconveniente.
Contraindicaciones
- Problemas con el alcohol.
- Enfermedad hepática.
Las contraindicaciones del kéfir son para personas que no pueden consumir alcohol. Aunque su contenido es bajo, alrededor de 1%, es suficiente para que algunas personas no lo puedan tomar.
¿Qué peligros tiene?
Los propios de cualquier alimento. Hay que vigilar que no esté pasado o en mal estado, así como que nos siente bien.
Al tener un porcentaje menor de lactosa que la leche y otros lácteos es adecuado para muchas personas, sin embargo, como hemos mencionado en las contraindicaciones, en ciertos casos puede no ser recomendable.
Bacterias para hacer kéfir
- Lactobacillus.
- Streptococcus.
- Lactococcus.
Las bacterias y microorganismos usados para hacer kéfir al transformar la lactosa en ácido láctico cambian el sabor de la materia prima, haciendo que el resultado sea algo más agrio o ácido, es decir, que se produce la acidificación de la leche.
En esta acidificación hay una precipitación de proteínas que puede observarse con el cuajado, haciendo que se convierta en un cultivo inadecuado para microorganismos patógenos.
El kéfir es un alimento funcional muy cercano a la cuajada y al yogur.
Además de las bacterias y hongos mencionados, también pueden encontrarse otros microorganismos unicelulares del género Saccharomyces y Kluyveromyces, los cuales también están presentes en la cerveza y el vino ya que estos, también necesitan fermentación, aunque esa no sea láctica.
Para que crezcan y se reproduzcan los probióticos del kéfir desaparecerá en el proceso la lactosa y los azúcares, nutrientes que sirven de alimento a los microorganismos encargados de la fermentación.